La Comisión Europea presenta hoy un amplio paquete de medidas destinadas a la carga administrativa, los controles, la implementación, la respuesta a las crisis y las necesidades de inversión del sector. El objetivo es simplificar la Política Agrícola Común (PAC) e impulsar la competitividad de los agricultores. Los cambios podrían ahorrar hasta 1.580 millones de euros anuales a los agricultores y 210 millones de euros a las administraciones nacionales, al tiempo que flexibilizarían y facilitarían la gestión de los pagos, determinados requisitos y los instrumentos de crisis. La propuesta legislativa se presentará ahora al Parlamento Europeo y al Consejo para su adopción.

Para hacer frente a los retos a los que se enfrentan los agricultores de toda la UE, como son las pesadas obligaciones administrativas que requieren mucho tiempo y genera costes para los agricultores y las administraciones nacionales, la Comisión propone soluciones específicas a través de una serie de cambios legislativos concretos basados en la experiencia operativa y en una amplia respuesta de las partes interesadas y los Estados miembros.

Régimen de pago simplificado para los pequeños agricultores

Para hacerlo más atractivo, se propone que el límite del pago único anual para los pequeños agricultores pase de 1.250 a 2.500 euros. El objetivo de estos pagos a los pequeños agricultores es promover una distribución más equilibrada de las ayudas, reforzar la vitalidad de las zonas rurales en las que las pequeñas explotaciones desempeñan un papel económico clave y reducir las cargas administrativas tanto para los agricultores como para las autoridades. Estos agricultores también estarán exentos de determinadas normas medioambientales (condicionalidad), mientras que pueden beneficiarse de pagos que recompensan la agricultura respetuosa con el medio ambiente (regímenes ecológicos).

Requisitos y controles medioambientales simplificados

El paquete de simplificación tiene por objeto dar mejor cabida a las diversas prácticas agrícolas y a las condiciones locales, reduciendo al mismo tiempo el solapamiento con las normas nacionales vigentes. Por ejemplo, se considerará automáticamente que las explotaciones ecológicas certificadas cumplen algunos de los requisitos medioambientales de la UE para su financiación.

Con el fin de reducir la carga administrativa de los controles, se simplificarán los controles mediante el uso de satélites y tecnología. Además, se introducirá un nuevo principio: sólo un control sobre el terreno al año por explotación.

Refuerzo de la gestión de crisis y simplificación de los procedimientos para las administraciones nacionales

Los agricultores de la UE afectados por catástrofes naturales o enfermedades animales recibirán un mejor apoyo gracias a los nuevos pagos de crisis disponibles en el marco de los planes estratégicos de la PAC y a herramientas de gestión de riesgos más flexibles y accesibles.

Los Estados miembros se beneficiarán de una mayor flexibilidad a la hora de adaptar sus planes estratégicos de la PAC, y solo se requerirá la aprobación previa de la Comisión para las modificaciones estratégicas. Esto tendrá un impacto positivo en los agricultores, que se beneficiarán más rápidamente de los cambios introducidos.

Mejora de la competitividad y la digitalización

A los pequeños agricultores les resultará más fácil obtener apoyo financiero a través de una nueva y sencilla opción de financiación que ofrece hasta 50.000 euros como suma global para ayudar a mejorar la competitividad de sus explotaciones.

Se alentará aún más a las administraciones nacionales a que desarrollen sistemas digitales interoperables. Siguiendo el principio de “reportar una vez, usar varias veces”, el objetivo es que los agricultores solo tengan que enviar sus datos una vez, a través de un único sistema, ahorrando tiempo, reduciendo costes administrativos y mejorando la gestión de las explotaciones.